Como parte de sus acciones para el desarrollo integral de las personas y las sociedades en general, la UNESCO reconoce y promueve la importancia del aprendizaje de todos los individuos a lo largo de la vida. Sin embargo, uno de los desafíos es “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. El lifelong learning es una herramienta que permite a las personas la adaptación en escenarios de incertidumbre, así mismo contribuye a tener una respuesta adecuada a los contextos cambiantes y sobre todo toma en cuenta la evolución del conocimiento. A su vez, permite a las empresas, organizaciones, instituciones y sociedades mantenerse vigentes ante los cambios del mundo.
El aprendizaje a lo largo de toda la vida (ALTV) es un concepto que ha ido tomando relevancia desde 1960. Es a partir de la publicación del informe Delors en 1996, que el concepto alcanza un mayor impacto y difusión. Tanto así que se le reconoce dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como un componente transversal. Existen variedad de definiciones en torno al concepto, sin embargo, la UNESCO lo reconoce como un continuo a lo largo y ancho de la vida de las personas que permite y facilita el aprendizaje(UNESCO, 2020).
Latinoamérica y el aprendizaje a lo largo de toda la vida: un cambio para la educación.
El aprendizaje a lo largo de la vida o lifelong learnig conlleva el promover una educación accesible a todos en cualquier etapa de su vida, teniendo en cuenta que sea universal y permanente. En 1996 en el Informe de Delors, se mencionan cuatro pilares base del aprendizaje a lo largo de toda la vida: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Es decir que cada cual aprenda de forma integral según sus necesidades e intereses individuales, en cualquier momento y etapa de su vida (UNESCO, 1996-2020).
El concepto de lifelong learning ha sido abordado desde tres organizaciones internacionales (OCDE, UNESCO, Consejo de Europa) con diferentes perspectivas: educación recurrente, educación a lo largo de la vida y educación permanente. Estás distintas perspectivas, implican una aproximación diferente al desarrollo del concepto. Por ejemplo, desde la perspectiva de “la educación a lo largo de la vida” se orienta por el capital humano y las necesidades del mercado laboral, a la par con perspectivas humanistas, en defensa del derecho a la educación y ampliación de oportunidades para el aprendizaje para todas las personas en función de la vida y el trabajo (UNESCO, 2020).
Si tomamos esto en cuenta, en el contexto de latinoamérica los retos para el desarrollo del ALTV son más complejos, derivado sobre todo de los modelos educativos adoptados. En los que se resalta más la eficiencia que la equidad y la instrumentación al desarrollo integral de conocimientos y habilidades. Por lo que se requiere una mayor revisión de los diferentes paradigmas y políticas públicas, a partir de los cuales se piensa, diseña y práctica la educación en latinoamérica. Crear oportunidades de aprendizaje es una de las bases del ALTV, y es una de las claves para que las políticas educativas logren propiciar la construcción de sociedades de aprendizaje (learning Society). Considerar el aprendizaje como un planteamiento humanista, a lo largo de toda la vida, integrando dimensiones sociales, económicas y culturales del aprendizaje; y considerar la educación como un bien común, que atienda las demandas públicas y populares con mayor claridad, equidad, accesibilidad y actualización constante son algunas de las acciones a tomarse en cuenta en esta transición para llegar a ser ciudades del aprendizaje.
La educación desde una perspectiva de lifelong learning busca hacer florecer sin excepción los talentos y capacidades creativas de cada una de las personas. Promueve la realización de sus proyectos personales brindando herramientas para el desarrollo integral de los individuos. Buscando así contribuir a la construcción de un mundo más equitativo, regenerativo y saludable.
Demandas globales y necesidades empresariales que requieren aprender a aprender.
Para muchas empresas mantener actualizados los conocimientos y las habilidades de sus colaboradores representa uno de sus mayores retos. La evolución del conocimiento, la innovación tecnológica y los contextos cambiantes obligan a las organizaciones a adaptarse y evolucionar sus procesos con mucha mayor rapidez para lograr dar respuestas eficaces ante escenarios de incertidumbre. Es por ello que se hace necesaria la adquisición de nuevas habilidades que permitan acelerar dichos procesos de adaptación, entre ellas la resiliencia, la flexibilidad, dominio de habilidades digitales, habilidades de diseño e interpersonales, etc.
Para dar respuesta y solución a estas necesidades, es indispensable que las personas cuenten con la capacidad de desarrollar el aprendizaje a lo largo de la vida. Esto permite que a partir de los sistemas en que cada persona participa pueda actualizarse, mejorar, desarrollar habilidades y compartir sus conocimiento y habilidades con otros; y para ello es necesario aprender a aprender.
Desarrollar la capacidad para conocer, explorar y comprender el mundo en que vivimos y habitamos, está estrechamente relacionado con la capacidad de aprender a aprender. Es decir, se requiere el dominio sobre el saber ser (valores, actitudes, normas), el saber conocer (representaciones de la realidad, conceptos, categorías, etc.), el saber hacer (procedimientos y técnicas) y el saber convivir. La motivación y pasión por lo que se hace, así como ver los obstáculos como una posibilidad a mejorar y desarrollar nuevos conocimientos y habilidades, es parte fundamental en las personas que buscan seguir aprendiendo. La curiosidad, la imaginación, la creatividad, la capacidad de asumir riesgos y la colaboración con otros, son elementos que abonan a la motivación y pasión de los individuos, en el proceso para aprender a aprender a lo largo de la vida.
El proceso de aprender a aprender, requiere de la apropiación de herramientas (teóricas, conceptuales, metodológicas y físicas) que posibilitan conocer, averiguar, ordenar, explorar, evaluar y aplicar ideas, pensamientos, acciones para la solución de alguna problemática que abone al impacto o desarrollo positivo en los diferentes ámbitos de la vida personal y social de las personas (Guido, 2012).
El conocimiento. evolución y adaptación.
La evolución y adaptación en la adquisición de conocimientos, así como el desarrollo de aprendizajes significativos, requieren un mayor énfasis en la indagación en el proceso del aprendizaje individual y colectivo. Lo anterior facilita la autonomía en el aprendizaje, permitiendo el desarrollo de competencias y conocimientos que parten de la experiencia y la observación. Dicha aproximación facilita el aprendizaje a lo largo de la vida y puede desarrollarse desde la primera infancia, dando continuidad en las etapas posteriores.
Una forma de contribuir al desarrollo de la autonomía en el aprendizaje y por lo tanto en el aprender a aprender es el aprendizaje por proyectos. Esta metodología activa permite aprender haciendo, y sobre todo facilita la contextualización del aprendizaje y su aplicación. Lo que permite que se desarrollen habilidades y capacidades a nivel individual y colectivo, como: la comunicación, cooperación, resolución de problemáticas cotidianas, entre otras. En la actualidad se busca que las personas desarrollen su capacidad para pensar y razonar de manera independiente, a la par con sus capacidades de decisión y acción. En el aprendizaje basado en proyectos, los niños, niñas y jóvenes adquieren mayor compromiso en su aprendizaje, al tiempo que integran la tecnología en sus proyectos de manera más significativa, por su aplicación y resolución a problemáticas reales de su entorno.
Infancia, juventud y lifelong learning (aprendizaje a lo largo de la vida).
Reconocer que el proceso de aprendizaje va más allá de los espacios formales, posibilita la adopción de estrategias que permitan dar respuesta a las necesidades de educación de las personas en sus distintas etapas de desarrollo (infancia, juventud, adultez y vejez). Por lo tanto, el entorno donde las personas se desenvuelven es un elemento fundamental para la adquisición de nuevos aprendizajes y para orientar las acciones en el desarrollo de conocimientos, habilidades y capacidades de las personas.
En este sentido es relevante considerar las condiciones del entorno y la realidad contextual, las desigualdades y diversidades de la población, así como la necesidad de mecanismos que promuevan y favorezcan la integración y colaboración social desde todos los sectores que la conforman. Considerando que las transformaciones sociales y de producción impactan los diferentes ámbitos de la vida de las personas. El ascenso del desarrollo tecnológico, la transformación del conocimiento, el incremento en la expectativa de vida, la digitalización de las economías y las demandas de nuevas habilidades laborales; implican un nuevo marco bajo el cual se desarrollan nuevas concepciones del aprendizaje a lo largo de la vida (OEI, 2017). Por ello la educación actual demanda ir más allá de impartir conocimientos. Requiere desarrollar habilidades diversas en niños, niñas y jóvenes, para adquirir nuevos conocimientos de forma constante y mejorar sus habilidades mediante un aprendizaje independiente a lo largo de su vida.
Por lo anterior en PLAYAPRENDE consideramos y partimos del contexto en que se encuentran nuestros niños, niñas y jóvenes, tomando en cuenta la importancia de su experiencia, sus emociones y su disposición ante los nuevos conocimientos. Partimos desde una visión flexible, en donde cada uno de nuestros niños, niñas y jóvenes se encuentran al centro de las experiencias de aprendizaje y de los contenidos. Así mismo buscamos la identificación de sus necesidades de aprendizaje individuales y colectivas, para que logren desarrollarse y desenvolverse como agentes de cambio a favor de su entorno y del planeta.
Ante el desarrollo, actualización y aparición de nuevas tecnologías, la adopción de nuevos modelos para un aprendizaje continuo, a lo largo de la vida, ha cobrado mayor relevancia. La búsqueda continua, voluntaria y automotivada de conocimiento, posibilita la integración del aprendizaje y la vida. Creando así mayores oportunidades para un desarrollo integral de las personas desde la infancia en los diferentes entornos y contextos.
El aprendizaje a lo largo de la vida o lifelong learning requiere desarrollar habilidades de autoaprendizaje, pensamiento crítico y adaptabilidad. Aprender a aprender desde la infancia y juventud potencializa el desarrollo integral que permite a los individuos adaptarse y dar respuestas eficaces ante escenarios de incertidumbre. De esta forma se contribuye a la construcción de ciudades de aprendizaje, que resuelven de forma colectiva los problemas y retos globales.
REFERENCIAS
Guido, L. (2012). Aprender a Aprender. Red Tercer Milenio. https://www.aliat.click/BibliotecasDigitales/Educacion/Aprender_a_aprender.pdf
International Commission on Education for the Twenty-first Century. (1996). La Educación encierra un tesoro, informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI (compendio). Recuperado de https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000109590_spa
Zao-Sanders, M. (May 13, 2021). Identify - and Hire - Lifelong Learners. Harvard Business Review. https://hbr.org/2021/05/identify-and-hire-lifelong-learners
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