“Learning about the natural world is one thing; learning from the natural world - that's the switch- That's the profound switch” -Janine Benyus-
El pensamiento regenerativo es aquel que ve el mundo construido a través de relaciones recíprocas y co-evolutivas. En donde seres vivos y ecosistemas dependen unos de los otros para la salud del sistema, forman conexiones y son moldeados por su interrelación. A través del pensamiento regenerativo, es posible reconocer que los desafíos actuales, sociales y medioambientales dependen de equilibrar y restablecer dichas relaciones (Warden, 2021).
La pérdida de la biodiversidad, el cambio climático, la crisis sanitaria y el aislamiento, que se ha vivido recientemente nos muestran la necesidad de repensar la forma en que nos relacionamos con el medioambiente y sobre todo en qué paradigmas se encuentran basados nuestros sistemas económicos. Si bien el paradigma planteado por el pensamiento regenerativo no es nuevo, si hay una creciente necesidad de responder a los retos compartidos de la humanidad desde una perspectiva distinta y el pensamiento regenerativo representa una alternativa a la visión tradicional de la economía, lo social y el medioambiente.
Entendiendo el mundo desde otras miradas.
Tenemos ante nosotros el gran reto de mirar el planeta con otros ojos, reconociendo que nuestro entorno se compone por sistemas vivos y evolutivos con características complejas, que agregan valor y se relacionan entre sí. Si aspiramos a ser capaces de construir un futuro regenerador, dependemos de las acciones y compromisos que se hagan en el presente. Se trata de hacer los cuestionamientos correctos y retar las creencias con las que entendemos el mundo. Considerando que las estructuras sociales, los sistemas económicos e instituciones en general parten de las creencias en cómo funciona el mundo y el lugar que tenemos como seres humanos en él. Hacer consciencia de ello y de cómo guía las acciones cotidianas, es relevante, en el sentido que se podrán dar soluciones a las problemáticas actuales y así lograr reducir los impactos de la actividad humana (Warden, 2021).
Distinguir entre lo sustentable y lo regenerativo, permite identificar las limitaciones y oportunidades que ofrece la adopción de un diseño u otro. En este sentido, el diseño regenerativo procura restaurar o regenerar la capacidad de los sistemas, asumiendo acciones que lleven a la creación de condiciones en donde la vida -cualquiera que esta sea- prospere, basándose en el comportamiento de los sistemas vivos. Por otra parte el diseño sustentable, busca el equilibrio entre la extracción y reintegración de los recursos naturales, enfocándose en garantizarlos en el largo plazo. Cabe destacar que ambos enfoques son necesarios para responder a las necesidades globales, sin embargo, la visión regenerativa posibilita reparar los sistemas que ya se encuentran deteriorados por la actividad humana.
Algunos de los principios de los que parte el pensamiento regenerativo son:
Iniciar por el lugar y contexto: reconoce que las personas, lugares y comunidades tienen cualidades diferentes y únicas. Un cuestionamiento del que se parte es ¿cómo empezar a trabajar desde el potencial que ofrece el lugar, contexto o comunidad?
Buscar diferentes perspectivas: reconoce la importancia de la diversidad en opiniones y visiones, para lograr abordar desafíos reales. Una pregunta relevante en éste principio sería ¿Cuáles podrían ser los puntos ciegos en el proyecto y cómo se podrían visibilizar?
Crear capacidad y reciprocidad: reconoce la importancia del trabajo colaborativo y en equipo, analizando el contexto, análisis de problemáticas y búsqueda de soluciones. Partiendo de la pregunta ¿Cómo puede cambiar la calidad del equipo al centrarse en el desarrollo del proyecto como un potencializador y no sólo como producto?
Pensar siempre en los impactos, consecuencias y contribuciones de los proyectos o trabajos, no sólo financieramente. ¿Dónde se centra el valor y cómo podría compartirse amplia y equitativamente?
Participar activamente, crear espacios para el intercambio de ideas, fomentar la pluralidad y la diversidad.
Crear espacios para la experimentación y para cuestionar supuestos.
Diseñar desde una visión esperanzadora del futuro. Partir de preguntas ¿cómo podría? ¿qué pasaría sí?
Cómo participar con el medio ambiente desde el pensamiento regenerativo.
La aplicación de una visión regenerativa cambia el comportamiento diario, desde el tipo de relaciones que se construyen hasta la manera en que nos relacionamos con el entorno y cómo nos relacionamos con nosotros mismos. Con ello se busca alcanzar una participación con el medio ambiente para la salud de los sistemas ecológicos, mediante contribuciones más significativas tanto en lo individual, como en lo colectivo. Comprendiendo cómo se percibe cada persona, su evolución en las formas en que actúa y el papel que desempeña “en, para y con” su entorno y quienes le rodean. Todos estos elementos resultan fundamentales en la aplicación del pensamiento regenerativo a nivel social y ambiental. Los enfoques basados en el contexto, lugar y comunidad, son una forma de comprender el potencial regenerativo de los proyectos. Entender en el proceso de diseño cómo funcionan e interaccionan los elementos del sistema, permite crear alternativas a partir de sistemas de relaciones mutuamente beneficiosas.
El pensamiento regenerativo y desarrollo regenerativo parten del aprendizaje profundo, con una participación con la naturaleza y como la naturaleza. La regeneración efectiva de un sistema, requiere hacer un espacio saludable, aprender sobre el lugar, con la finalidad de abordar nuestro papel en él (entender cómo funciona y por qué). Crear un proceso de aprendizaje consciente, de participación y retroalimentación continua, así como un monitoreo y medición constante. Esto implica involucrar a las comunidades como agentes participantes en la medida en que vaya evolucionando cada lugar o contexto (Reed, 2007).
El medio ambiente, infancia y juventud: futuros posibles.
La pérdida de la biodiversidad, la degradación de los ecosistemas y la extinción masiva de la fauna silvestre son problemáticas urgentes a atender y solucionar. Pensar en un futuro donde las sociedades sean capaces de sostener, mantener y hacer florecer los ecosistemas, es el deber de todos, ya que implica la participación de los diversos sectores sociales de manera conjunta.
Acercarse a la “regeneración”, como seres humanos conscientes de la co-evolución de la vida terrestre, a partir del desarrollo de una cultura que cuide la diversidad, mantenga la pureza del agua, aire y tierra, procure la salud ecosistémica y desarrolle economías con resiliencia ecológica y social; implica que en las edades tempranas y juventud se propicie el desarrollo del pensamiento regenerativo. Partiendo de la importancia que tiene el ser participantes conscientes en los diversos sistemas a los que pertenecemos y que a su vez posibilita crear nuevos caminos para la evolución mutua hacia el futuro. Desarrollando y promoviendo la habilidad de co-creación de respuestas-soluciones más adecuadas a los retos e incertidumbres actuales.
Fomentar habilidades de colaboración, pensamiento crítico y creatividad, son elementos importantes para lograr ofrecer un futuro regenerativo que beneficie a todos. La promoción del diálogo, el reconocimiento de ideas diferentes, la integración de diferentes perspectivas y creación de soluciones, son parte de una educación innovadora enfocada en modelos regenerativos.
Por lo anterior, en PLAYAPRENDE, valoramos la importancia de la comunidad, los niños dentro de su contexto y sus problemáticas específicas. Partimos de actividades que impliquen el diseño y desarrollo regenerativo desde su base, enfocados en las relaciones interpersonales de todos los involucrados (niños, su familia, comunidad, contexto). La creatividad y empatía en el proceso de creación y diseño de los proyectos son elementos fundamentales, para lograr cambios encaminados a una cultura regenerativa y fortalecer la calidad de la educación.
EN RESUMEN
Apostar al desarrollo del pensamiento regenerativo desde la infancia y la juventud, nos permite construir una solución factible para afrontar los cambios ambientales, económicos, políticos y sociales que facilite conservar y mantener la salud de los diversos ecosistemas. Considerando a su vez, hacer propuestas de valor, abriendo a nuevas posibilidades (posibilidades integradoras y potencializadoras), que permitan lograr responder a los retos, desde nuevas formas de diseño, creación, desarrollo y generación de resultados, que impacten en los diferentes ecosistemas y vidas, mediante la construcción de un nuevo paradigma.
Como sociedades la llamada a cambiar de mentalidad que se ha originado a partir de las diferentes crisis socioambientales, nos ofrece una nueva oportunidad de cambiar la perspectiva a una más saludable sobre nuestra responsabilidad por el espacio “en” y “con” el que habitamos. Para ello los principios del desarrollo regenerativo en el diseño, creación, desarrollo y aplicación de proyectos sociales de cualquier sector, representan una posibilidad de transformar el paradigma en que entendemos el mundo.
Por lo anterior, considerar que la transformación a culturas regenerativas unidas en colaboración en y para una sociedad regenerativa es la puerta a un futuro más viable. A su vez como la oportunidad para co-crear espacios, lugares o contextos que funcionen para todos los seres vivos de manera equitativa, mediante el desarrollo de la capacidad de aprendizaje continuo frente a la complejidad, la incertidumbre y los cambios constantes (Wahl, 2016).
Referencias.
Bill, R., (2007). Shifting from “sustainability” to regeneration. Building Research and Information, (35:6), 674-680. DOI: 10.1080/09613210701475753
Wahl, D. C., (2016). Creating a Regenerative Culture. Regenesis. https://www.regenesisreno.com/regenerative-culture
Warden, J., (04 de noviembre de 2021). What does “regenerative” thinking mean?. TheRSA. https://www.thersa.org/comment/2021/11/what-does-regenerative-thinking-mean
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